Los viajeros ilegales son constantemente forzados a lanzarse de las yolas por quienes lo organizan
SAN JUAN, Puerto Rico.- Agentes federales interceptaron hoy a diecisiete haitianos que habían llegado ilegalmente a la pequeña isla puertorriqueña de Mona, que constituye una reserva natural deshabitada a mitad de camino en el estrecho que separa La Española de Puerto Rico.
Agentes de la Patrulla Fronteriza y Operaciones Marítimas del Negociado de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detuvieron este miércoles a los dieciséis hombres y una mujer, que el día anterior habían sido localizados por vigilantes del Departamento federal de Recursos Naturales y Ambientales.
Agentes de la unidad marítima del CBP transportaron al grupo hasta la localidad de Cabo Rojo, en la costa oeste de la isla principal de Puerto Rico, donde la Patrulla Fronteriza asumió la custodia para su procesamiento migratorio en la estación de Aguadilla.
Al informar de esta operación, el CBP quiso insistir en un comunicado en la peligrosidad de los viajes en yola a través del llamado Pasaje de Mona en respuesta a varios incidentes recientes en los que varios grupos de indocumentados de nacionalidad haitiana han desembarcado en el deshabitado islote de Mona y algunos de ellos han perdido la vida.
"Las personas que piensen hacer ese peligroso viaje no deben creer en las falsas promesas de los criminales que organizan estos viajes", indicó Ramiro Cerrillo, de la Patrulla Fronteriza del CBP. "Los riesgos del viaje superan cualquier beneficio percibido" añadió.
El pasado 30 de diciembre las autoridades renunciaron a tratar de localizar el cuerpo de un haitiano que fue forzado a desembarcar en Mona junto a otros doce compatriotas y un cubano.
La semana pasada la Guardia Costera rescató del agua a diez haitianos que fueron también forzados a lanzarse de una yola a tres millas (cinco kilómetros) de la costa oeste de Mona y otras dos han sido dadas por desaparecidas.
"Con la paulatina reducción de los canales de inmigración, cada más personas buscan la ayuda de contrabandistas, que ponen en peligro la vida e integridad de los migrantes en sus esfuerzos cada vez más arriesgados para eludir los controles fronterizos", explicó el CBP.
El estrecho que separa República Dominicana y Puerto Rico ronda las 80 millas náuticas (130 kilómetros) y periódicamente se difunde información sobre personas desaparecidas tratando de cruzarlo en embarcaciones rústicas e inadecuadas para la navegación.
Agentes de la Patrulla Fronteriza y Operaciones Marítimas del Negociado de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detuvieron este miércoles a los dieciséis hombres y una mujer, que el día anterior habían sido localizados por vigilantes del Departamento federal de Recursos Naturales y Ambientales.
Agentes de la unidad marítima del CBP transportaron al grupo hasta la localidad de Cabo Rojo, en la costa oeste de la isla principal de Puerto Rico, donde la Patrulla Fronteriza asumió la custodia para su procesamiento migratorio en la estación de Aguadilla.
Al informar de esta operación, el CBP quiso insistir en un comunicado en la peligrosidad de los viajes en yola a través del llamado Pasaje de Mona en respuesta a varios incidentes recientes en los que varios grupos de indocumentados de nacionalidad haitiana han desembarcado en el deshabitado islote de Mona y algunos de ellos han perdido la vida.
"Las personas que piensen hacer ese peligroso viaje no deben creer en las falsas promesas de los criminales que organizan estos viajes", indicó Ramiro Cerrillo, de la Patrulla Fronteriza del CBP. "Los riesgos del viaje superan cualquier beneficio percibido" añadió.
El pasado 30 de diciembre las autoridades renunciaron a tratar de localizar el cuerpo de un haitiano que fue forzado a desembarcar en Mona junto a otros doce compatriotas y un cubano.
La semana pasada la Guardia Costera rescató del agua a diez haitianos que fueron también forzados a lanzarse de una yola a tres millas (cinco kilómetros) de la costa oeste de Mona y otras dos han sido dadas por desaparecidas.
"Con la paulatina reducción de los canales de inmigración, cada más personas buscan la ayuda de contrabandistas, que ponen en peligro la vida e integridad de los migrantes en sus esfuerzos cada vez más arriesgados para eludir los controles fronterizos", explicó el CBP.
El estrecho que separa República Dominicana y Puerto Rico ronda las 80 millas náuticas (130 kilómetros) y periódicamente se difunde información sobre personas desaparecidas tratando de cruzarlo en embarcaciones rústicas e inadecuadas para la navegación.
VIA:ELNUEVODIARIO.COM.DO
No hay comentarios.:
Publicar un comentario