Hipólito Mejía es el aspirante presidencial de mayor edad, 75 años, para las elecciones presidenciales del 2016, de once precandidatos que buscan la nominación por sus respectivos partidos, mientras Luis Abinader es el más joven con 47 años, quien fuera su compañero de boleta en las elecciones pasadas y actual contrincante en el Partido Revolucionario Moderno (PRM). De más edad le siguen Miguel Vargas y Federico Antún Batlle, con 65 años cada uno, y Leonel Fernández con 61 años, quienes tendrían que hacer ofertas atractivas para la mayoría de votantes que oscilan entre 18 a 50 años para las próximas elecciones.
Hipólito busca la nominación presidencial para su cuarta campaña electoral desde el 1990, cuando fue candidato vicepresidencial de José Francisco Peña Gómez, pero esta vez en desventaja al no tener definido un partido que le sirva de plataforma política para el 2016.
A pesar de que ambos líderes del PRM, quienes encabezaron la boleta electoral en las elecciones del 2012 del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), aseguran tener consensuado el 90 por ciento de la dirección partidaria, cada vez más surgen contratiempos que en crispa a ambos sectores y los alejan más.
Hipólito fue expulsado el año pasado del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), junto a otros dirigentes, lo que motivó la creación del PRM, una metamorfosis de la Alianza Social Dominicana (ASD), pero esta organización todavía no cuenta con una plataforma política, una dirección ni un padrón electoral y que es controlada por Abinader.
Hipólito, junto a Leonel Fernández y Miguel Vargas, ocupa el mayor porcentaje de tasa de rechazo, de acuerdo a las encuestas que se realizan en el país.
Enfrenta al ya candidato presidencial del minoritario Partido Humanista Dominicana (PHD) y debilitándose, al sufrir desprendimientos a favor de Abinader de emblemáticas figuras de su sector, como fue el último caso de Vicente Sánchez Baret, ex senador y dos veces presidente perredeísta, así como la presidenta de la Federación de Mujeres Social Demócratas, ahora con otro nombre en el PRM.
Cercanos colaboradores de su proyecto presidencial en el pasado apuestan por el proyecto presidencial de Abinader, mientras algunos se quedaron neutral, como son Eligio Jáquez, Tomás Hernández Alberto, entre otros.
Incluso, destacados cronistas políticos que en las elecciones del 2012 lo favorecieron, ahora entienden que debe asumir el liderazgo de la oposición y convertirse en el árbitro dentro del PRM y la Convergencia, dándole paso a nuevas figuras con proyección presidencial.
Fortaleza y debilidad
Hipólito tiene una personalidad campechana y comportamiento político espontáneo, lo que para sus cercanos colaboradores y sectores políticos es su fortaleza, pero a la vez se convirtió en su debilidad y desventajas en las últimas elecciones n que participó, como fueron su repostulación del 2004 y en el 2012.
En las elecciones del 2004 se destacó por sus espontáneas y expresivas respuestas a la prensa cuando se le preguntaba sobre la situación del país y respondía con “jocosidades” y muchas veces con respuestas ofensivas e inadecuadas para la imagen de un presidente.
En las elecciones del 2012 cuando encabezaba las preferencias electorales, con 25 puntos por encima de su contrincante Danilo Medina, su proyecto político como estrategia trató de mantenerlo fuera del alcance de la prensa -duró cerca de un mes de recorrido por las islas del Caribe, Puerto Rico, Nueva York y España- por sus declaraciones, definidas por el pueblo común “sin pelos en la lengua”, que dice lo que piensa, aunque le perjudique.
Esa debilidad enfrentada por el comando de Hipólito fue aprovechada por Medina y Leonel Fernández para durante esa ausencia encabezar cuatro encuentros regionales en el Cibao, el Sur, Nordeste y el Gran Santo Domingo, lo que redujo el margen electoral entre ambos candidatos.
Además, el entonces presidente Fernández dispuso medidas populistas como fueron las rebajas en los precios de los combustibles y aumentos de sueldos a diferentes sectores.
Desplome 2012
Hipólito en las elecciones del 2012 perdió, entre otras cosas, porque dividió su partido, al enfrentar en una disputa innecesaria a Miguel Vargas, quien en la contienda interna sacó 47 por ciento de los votos, mientras que compactó su contrario, al hacer amenazas de que metería preso a los peledeístas por actos de corrupción.
Mejía trató con desdén al presidente de su partido y contrincante, Miguel Vargas, del que decía ganaría con o sin él las elecciones, mientras que a los dirigentes de su sector que se integraron a la campaña en los comandos los relegó a un segundo plano, muchos de los cuales renunciaron a sus posiciones, como ocurrió con Julio Maríñez y el hoy embajador Papín Domínguez.
El jefe de campaña de la candidatura de Mejía, el licenciado Hatuey Decamps, quien acudió en alianza electoral, se le hizo imposible reunificar a las principales figuras del PRD, quienes se alejaron desde las elecciones internas del 6 de marzo del 2011. Vargas alegó fraude y Hipólito nunca desmintió frases atribuidas a él sobre el presidente del PRD: “Le gané, lo quebré y lo voy a botar del PRD”.
A pesar de esas expresiones atribuidas a Hipólito, más su apatía para que se integrara, hicieron que Vargas tomara precaución ante el ya referente caso del 2004, cuando al perder las elecciones del 2004 Mejía expulsó a Decamps, quien era abanderado de la no reelección.
UN APUNTE
Votantes menos 50 años
En las elecciones del 2016 votarán un poco más de siete millones de votantes, de los cuales cinco millones tendrán menos de 50 años, según el censo del Instituto Nacional de Estadísticas. El aporte de la mujer sería de 3,547,057 votos, repartidos en 995,467 en edad comprendida entre los 16 y 29 años; 760,714 entre los 30 y 39 años; 678,276 entre los 40 y 49 años.
EN NÚMERO
3.5 millones
La contribución masculina sería de 3,431,481, de los cuales 955,298 rondan entre los 16 y 29 años; 741,773 están entre los 30 y 39 años; 663,013 tienen entre los 40 y 49; mientras 1,071,397 tiene 50 o más años
via:elnacional.com.do
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