Países del Caricom se llevan las palmas en irracionalidad

ORLANDO DICE

Orlando Gil orlandogil@claro.net.do/@orlandogildice LOS DESAPRENSIVOS.- Se pensaba que los políticos dominicanos eran los más desaprensivos y menos racionales del mundo, pero los voceros del Caricom se llevan las palmas y los salvan de esa afrenta. Ninguno más bruto ni más ignorante ni más impertinente que los gobernantes de las pequeñas islas del Caribe. ¿Cómo puede llegarse a jefe de Estado sin conocer  lo básico del manual de gobierno? Por ejemplo, que las repúblicas tienen constituciones, y leyes, y tribunales, y políticas, y que todo ese libre albedrío forma parte de una institucionalidad que no puede echarse de lado para complacer peticiones necias y fuera de lugar. Ahora fue la primera ministro de Trinidad y Tobago, pero antes lo hizo su igual de San Vicente y Granadinas, la demanda de que se dejara sin efecto la sentencia del Tribunal Constitucional. La reiteración no deja dudas de lo obvio: es una posición tomada y que van llevar hasta las últimas consecuencias, sin que las autoridades dominicanas hayan dado hasta ahora una respuesta adecuada. Ante esta nueva embestida, de seguro que el presidente haitiano Michel Martelly se encaramó en una tarima e interpretó Palito de Coco... QUIEN CALLA....- Voces dominicanas se levantan y responden a la primera ministro de Trinidad y Tobago, y parece bien, pero no lo es. Quien debió llamarla al orden fue el presidente Michel Martelly, pues Haití es miembro del Caricom, pero República Dominicana no. Martelly debe tener  expectativas y saber por adelantado las posibilidades de un entendimiento ahora que se retoma el diálogo. Conoce la experiencia anterior, porqué las conversaciones se fueron a pique, y que conviene mantener un clima de respeto. Nadie es tonto para no darse cuenta de la jugada del Caricom: poner una pistola en la cabeza de República Dominicana para que se someta a los intereses de Haití. Dicen que quien calla, otorga, y Martelly o Haití está otorgando cuando guardan silencio, y no les dicen públicamente a sus socios del Caricom de su avenimiento con República Dominicana. O se habla o se demanda, y si hay diálogo convenido, no tiene sentido ni razón la  presión... NON GRATO.-  Ahora se coincide en considerar inapropiado que Caricom forme parte de los testigos del diálogo entre Haití y República Dominicana, pero lo dije desde antes de pronunciarse la primera ministro de Trinidad y Tobago, cuando se anunció en Venezuela la nueva ronda de conversaciones. Sin embargo, el gobierno no reaccionó entonces ni lo hace ahora, y todo da a entender que la parte más beligerante, el Caricom, va a sentarse a la mesa como parte del entendimiento. Ahí empieza a cojear el asunto, y no de una pata, sino de las dos, pues si los comisionados dominicanos no tienen pudor y comparten con los representantes de las islas del Caribe, podrían acceder a su reclamo de que se deje sin efecto la sentencia del Tribunal Constitucional. Las autoridades dominicanas no se confiesan con la opinión pública nacional, pero se hace más que evidente que sienten vergüenza ante la situación y están dispuestas a entregarse, o por lo menos conceder, a los haitianos... LOS SILENCIOS.-  Habló el canciller haitiano Richard-Pierre Casimir y la primera ministro de Trinidad y Tobago, pero no la sociedad civil dominicana que aplaudió el informe preliminar de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y tampoco el gobierno dominicano, siempre parco en el asunto. Ese silencio, insisto, se hace sospechoso, pues se cree que la sociedad civil no habla porque sabe que se saldrá con las suyas. De que el gobierno dominicano va a decidirse por lo humanitario, y eliminar ese ruido que viene del exterior. La población, sin embargo, que tiene miles de carencias y quisiera ver resueltos sus problemas básicos, ahora se conformaría con un poco de dignidad. No solo de pan vive el hombre, y tampoco de comercio las naciones. A los dominicanos, en su mayoría, les repugna Caricom y les fastida la CIDH, y saben que no hay genocidio ni apartheid, pues no se persigue ni se molesta a los haitianos. Solo que ellos quieren tomarse para sí la República, utilizando  alegatos imposibles, y si Dios ve lo poco, con más razón lo mucho... via:www.listindiario.com.do