1.- A los hombres y a las mujeres de convicciones democráticas les repugna la intervención extranjera en los asuntos internos de las naciones libres y soberanas, porque cada pueblo tiene derecho a darse el régimen político y económico que más le convenga, sin otras limitaciones que aquellas que resulten de sus decisiones institucionales.
2.- Desde que en Venezuela el comandante Hugo Chávez Frías, dio inicio a un proceso social y político distinto al modelo que allí había predominado controlado por la minoría nacional y los intereses monopolistas extranjeros, especialmente norteamericanos, los grupos afectados por el nuevo movimiento social han utilizado todos los medios para volver a controlar el poder del Estado, el cual perdieron mediante procesos electorales que para distintas instancias ya suman veinticinco.
3.- Golpe de Estado, acciones terroristas, bloqueo económico y otras operaciones desestabilizadoras han sido ejecutadas contra la Revolución Bolivariana. En busca de la inestabilidad, los adversarios del proceso iniciado por Chávez, no han escatimado métodos de lucha política abierta y encubierta; legal e ilegal; limpia y sucia; diplomática y brusca; nacional e internacional, en sí, los que se oponen al gobierno legítimo de Venezuela, ahora presidido por Nicolás Maduro, no han tenido limites en sus maquinaciones.
4.- En los últimos meses, luego de Nicolás Maduro resultar electo para un nuevo período, los operativos contra el proceso venezolano se han agudizado, dirigidos por la administración norteamericana y todos los organismos y gobiernos sumisos a los dictados de Washington.
5.- Al pueblo dominicano que en tres ocasiones ha sido víctima de intervenciones norteamericanas, no le cuadra hacerle el juego a la política intervencionista, como tampoco puede aceptar el ridículo papel de la Organización de Estados Americanos (OEA), organismo que legalizó y santificó la agresión a nuestro país y la creación del Gobierno de Reconstrucción en el año 1965.
6.- La situación de crisis que existe en Venezuela corresponde a los venezolanos dilucidarla, sin que ningún gobierno extranjero participe. La solución debe ser obra del pueblo sin intromisión alguna, aun reconociendo que las dificultades presentes en la patria de Simón Bolívar han sido creadas e impulsadas por las mismas fuerzas políticas que quieren impedir el desarrollo de los cambios económicos, políticos y sociales que inició Hugo Chávez, y Nicolás Maduro está tratando de continuar en los marcos de la Constitución y las leyes.
7.- No corresponde a ningún gobierno determinar la naturaleza legítima de otro; razonar en sentido contrario no es más que intromisión, es decir, entrometerse; meterse en interioridades de un Estado soberano, y algo así es lo que están haciendo contra el régimen presidido por Nicolás Maduro, el cual es fruto de la decisión de los venezolanos que lo prefirieron a él, y no a sus contrincantes en las elecciones del 20 de mayo de 2018.
8.- Tal vez esté equivocado, pero creo que no es más que una ridiculez, una mamarrachada, aceptar como Presidente de Venezuela a alguien que se proclama como tal y dice que va a despachar desde el local de la embajada norteamericana en Caracas, porque es interino, de transición y encargado.
9.- Ser demócrata sincero, y no falso, reservado ni sinuoso, es expresar su sentir en cada coyuntura sin importar las circunstancias. Trato de ser espontáneo al decir que es mi creencia que lo que ocurre en Venezuela es de la competencia exclusiva de los venezolanos, y que la crisis existente no ha sido creada por el proceso que inició Chávez y ha continuado Maduro, sino por los intereses nacionales minoritarios y los monopolios extranjeros, particularmente los norteamericanos y sus aliados.
2.- Desde que en Venezuela el comandante Hugo Chávez Frías, dio inicio a un proceso social y político distinto al modelo que allí había predominado controlado por la minoría nacional y los intereses monopolistas extranjeros, especialmente norteamericanos, los grupos afectados por el nuevo movimiento social han utilizado todos los medios para volver a controlar el poder del Estado, el cual perdieron mediante procesos electorales que para distintas instancias ya suman veinticinco.
3.- Golpe de Estado, acciones terroristas, bloqueo económico y otras operaciones desestabilizadoras han sido ejecutadas contra la Revolución Bolivariana. En busca de la inestabilidad, los adversarios del proceso iniciado por Chávez, no han escatimado métodos de lucha política abierta y encubierta; legal e ilegal; limpia y sucia; diplomática y brusca; nacional e internacional, en sí, los que se oponen al gobierno legítimo de Venezuela, ahora presidido por Nicolás Maduro, no han tenido limites en sus maquinaciones.
4.- En los últimos meses, luego de Nicolás Maduro resultar electo para un nuevo período, los operativos contra el proceso venezolano se han agudizado, dirigidos por la administración norteamericana y todos los organismos y gobiernos sumisos a los dictados de Washington.
5.- Al pueblo dominicano que en tres ocasiones ha sido víctima de intervenciones norteamericanas, no le cuadra hacerle el juego a la política intervencionista, como tampoco puede aceptar el ridículo papel de la Organización de Estados Americanos (OEA), organismo que legalizó y santificó la agresión a nuestro país y la creación del Gobierno de Reconstrucción en el año 1965.
6.- La situación de crisis que existe en Venezuela corresponde a los venezolanos dilucidarla, sin que ningún gobierno extranjero participe. La solución debe ser obra del pueblo sin intromisión alguna, aun reconociendo que las dificultades presentes en la patria de Simón Bolívar han sido creadas e impulsadas por las mismas fuerzas políticas que quieren impedir el desarrollo de los cambios económicos, políticos y sociales que inició Hugo Chávez, y Nicolás Maduro está tratando de continuar en los marcos de la Constitución y las leyes.
7.- No corresponde a ningún gobierno determinar la naturaleza legítima de otro; razonar en sentido contrario no es más que intromisión, es decir, entrometerse; meterse en interioridades de un Estado soberano, y algo así es lo que están haciendo contra el régimen presidido por Nicolás Maduro, el cual es fruto de la decisión de los venezolanos que lo prefirieron a él, y no a sus contrincantes en las elecciones del 20 de mayo de 2018.
8.- Tal vez esté equivocado, pero creo que no es más que una ridiculez, una mamarrachada, aceptar como Presidente de Venezuela a alguien que se proclama como tal y dice que va a despachar desde el local de la embajada norteamericana en Caracas, porque es interino, de transición y encargado.
9.- Ser demócrata sincero, y no falso, reservado ni sinuoso, es expresar su sentir en cada coyuntura sin importar las circunstancias. Trato de ser espontáneo al decir que es mi creencia que lo que ocurre en Venezuela es de la competencia exclusiva de los venezolanos, y que la crisis existente no ha sido creada por el proceso que inició Chávez y ha continuado Maduro, sino por los intereses nacionales minoritarios y los monopolios extranjeros, particularmente los norteamericanos y sus aliados.
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